En la mesa del estudio empezamos con el estado de ánimo bajo los suelos, aunque analizando el partido incluso hombre por hombre casi llegamos a la conclusión de que no se jugó nada mal. Pero sin embargo el resultado prima por encima de todo en estos momentos y la sensación de frustración nos ciega, aún más (si cabe) por haberse producido frente al eterno rival.
Jose María Rico interviene por teléfono y su tono de voz tampoco invita al optimismo, estamos hundidos pero sacamos fuerza de flaqueda para intentar trivializar un poco y relativizar las cosas.
Así nos ha quedado el programa
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